En el ámbito cultural, las decisiones españolas tienen un carácter más genérico y apuntan a instar a la suspensión de los proyectos e iniciativas en curso con la Federación Rusa, así como la cancelación de aquellas que se hubieran
previsto y aún estuvieran pendientes de iniciarse.
Asimismo, y a tenor con la Convención de la Haya para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado (1954), se pronunció por establecer los mecanismos necesarios para garantizar la conservación, salvaguarda y respeto a los bienes culturales y naturales que conforman la herencia común de la ciudadanía ucraniana.
Rusia lanzó el pasado 24 de febrero lo que el presidente Vladimir Putin calificó de operación militar especial en la región autónoma ucraniana de Donbass, después de que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk solicitaron ayuda para repeler la agresión de las fuerzas nacionalistas.
En el dominio deportivo, las medidas establecidas por el Gobierno de España son más específicas y duras.
Entre ellas, prohibir la participación a selecciones deportivas, clubes y otras entidades y deportistas seleccionados por Rusia o que compitan bajo bandera rusa en todas las competiciones de carácter internacional que se organicen en suelo español.
Igualmente, conminar a los deportistas, clubes y federaciones deportivas españolas a no tomar parte en ningún evento organizado en Rusia.
Además, limitar en lo posible el patrocinio y cualquier tipo de apoyo financiero de entidades vinculadas con Rusia; y no sancionar a organizaciones y deportistas que decidan rescindir unilateralmente sus contratos con clubes rusos y bielorrusos.
El ministerio de Cultura y Deportes de España subrayó su espaldarazo absoluto a las iniciativas de Naciones Unidas, la Unión Europea, el Comité Olímpico Internacional y las distintas federaciones deportivas internacionales de sanciones o medidas ante las acciones militares rusas en Ucrania.
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