Según explicó el funcionario en la Cámara de los Comunes, los cohetes antiaéreos de alta velocidad Starstreak, fabricados en Reino Unido, podrían ser considerados un arma defensiva, similar al armamento antitanque ya suministrado por Londres a Kiev.
Wallace también anunció que el ejecutivo británico aumentará las entregas de raciones, equipos médicos y ayuda militar no letal a Ucrania, como parte de un paquete de ayuda valorado en 220 millones de libras esterlinas (unos 290 millones de dólares).
Rusia lanzó el 24 de febrero pasado lo que el presidente Vladímir Putin calificó como una operación militar especial en la región autónoma ucraniana de Donbass, después que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaron ayuda para repeler la agresión de las fuerzas nacionalistas.
Reino Unido, Estados Unidos, la Unión Europea y el resto de los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acusaron a Putin de lanzar una invasión en gran escala contra el país vecino, e implementaron sanciones económicas y financieras contra Moscú.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la nación euroasiática, María Zajárova, declaró que el objetivo de la operación militar rusa no es derrocar al Gobierno de Ucrania, ni ocupar, ni destruir ese Estado.
Subrayó que las metas de Moscú son la protección de Donetsk y Lugansk, la «desmilitarización y desnazificación» de Ucrania, y la eliminación de amenazas militares por parte de la OTAN.
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