Para el secretario en jefe del Ejecutivo nipón, Hirokazu Matsuno, la medida de Moscú es deplorable pues no está en línea con la posición de Japón sobre las cuatro islas o el objetivo de las actividades económicas conjuntas que las dos naciones todavía discuten.
Las declaraciones a la prensa del también vocero oficial ocurren un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, informara sobre la nueva ley que establece una zona libre de aranceles en las denominadas por Moscú como Kuriles del Sur y Territorios del Norte de Japón por la contraparte asiática.
Según la legislación rusa, las compañías recién registradas en esa zona estarán dos décadas sin pagar impuestos de propiedad, de sociedades, tierra ni transporte.
Analistas japoneses consideran que la decisión del Kremlin responde a las sanciones económicas que Tokio, junto a Estados Unidos y varios estados europeos, impusieron a Rusia por su operación militar en Ucrania.
Desde el inicio del conflicto armado, los principales líderes políticos japoneses habían esquivado los comentarios sobre la repercusión de la política exterior del gobierno respecto a Moscú en las negociaciones bilaterales por las Kuriles.
Luego de que Rusia incluyera a Japón en la lista de naciones inamistosas, el primer ministro Fumio Kishida y el canciller Yoshimasa Hayashi realizaron comentarios menos conservadores donde se refirieron a las Kuriles como “territorios inherentes al país, sobre los cuales Japón posee soberanía”.
La querella diplomática data desde finales de la última conflagración bélica mundial.
Los dos países reclaman el dominio de los islotes y tras décadas de conversaciones no pudieron llegar a un acuerdo de paz de posguerra.
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