De acuerdo con fuentes oficiales, Vox ostentará la presidencia de las Cortes de Castilla y León y tendrá notables responsabilidades como la vicepresidencia y tres consejerías del Gobierno de coalición que encabezará Alfonso Fernández-Mañueco (PP).
Ganador de las elecciones en febrero pasado, Fernández-Mañueco rechazó la propuesta del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de no objetar una administración en solitario a cambio de algunos acuerdos.
El procurador de Vox Carlos Pollán, será el presidente de las Cortes de Castilla y León, mientras el jefe del ultraderechista partido en la comunidad autónoma, Juan García-Gallardo, ejercerá como segundo de Fernández-Mañueco.
La plataforma de Vox es negacionista de los abusos y violaciones contra la mujer; rechaza la existencia al nivel que alcanzó la pandemia; es xenófobo; pondera el proteccionismo y rechaza la globalización, y es euroescéptico.
Sumido en una crisis por un complejo entuerto que sacará del principal cargo a Pablo Casado, el PP tendrá en abril a un nuevo titular, el gallego Alberto Núñez Feijóo, quien deberá enfrentar ahora las críticas y defender el acuerdo con Vox.
Una movida que se acerca bastante a las maniobras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, calificada por analistas como una exponente de las tácticas trumpistas (estilo de Donald Trump) buscando con acciones populistas ganar peso y proyectarse hacia la presidencia de España en un futuro no muy lejano.
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