Para hacerlo, el PP enfiló sus ataques contra el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), sin una explicación coherente respecto a la formación de la primera administración autonómica en la historia del país en democracia con la ultraderecha de Vox en Castilla y León.
No obstante, el virtual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, único candidato en el congreso extraordinario de abril de la organización, tomó distancia de Vox, al expresa su rechazo a gobernar con el populismo.
El político gallego, visto en un principio como moderado y conciliador, apenas iniciar su campaña electoral se ha visto obligado a lidiar con un asunto extremadamente delicado.
Culpó al PSOE, que supuestamente amenazaba con obligar a una repetición electoral, aunque puntualizó que «a veces es mejor perder el Gobierno que ganarlo desde el populismo».
Desde Valencia, en su primer día de su campaña, Núñez Feijóo desvinculó al PP del populismo, y ponderó su apego a las ideas autonomistas y europeístas.
La decisión legitimada por el jefe de la Junta de Gobierno de la región autónoma de Castilla y León, Alfonso Fernández-Mañueco, ha causado gran polémica y duras críticas al PP.
Marca el regreso a la época de la dictadura franquista, salvando las diferencias porque es la primera vez que ocurre en democracia.
Donald Tusk, jefe del Partido Popular Europeo y expresidente del Consejo Europeo, calificó este jueves de capitulación los acuerdos del PP con Vox en Castilla y León.
“Para mí es una triste sorpresa”, dijo Tusk al cierre de una cumbre de líderes del PPE en París, a la que asistió el todavía presidente del PP en España, Pablo Casado.
“A fin de cuentas, es una capitulación. Espero que sea solo un incidente o un accidente, y no una tendencia en la política española”, completó el político conservador polaco.
Vox ostentará la presidencia de las Cortes de Castilla y León y tendrá notables responsabilidades como la vicepresidencia y tres consejerías del Gobierno de coalición.
Ganador de las elecciones en febrero pasado, Fernández-Mañueco rechazó la propuesta del PSOE de no objetar una administración en solitario a cambio de algunos acuerdos.
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