De acuerdo con funcionarios de la Casa Blanca, la decisión responde a las peticiones del presidente Volodymyr Zelensky.
Este paquete de armas incluye misiles antitanques Javelin y misiles antiaéreos Stinger, y sigue a un paquete de armas de 350 millones de dólares que Biden aprobó el mes pasado.
En total, la administración ha enviado mil 200 millones de dólares en armas a Ucrania en el último año, según los oficiales.
Las armas proceden de los arsenales militares estadounidenses existentes en Europa y se envían por avión a países vecinos como Polonia y Rumanía, desde donde se envían por tierra al oeste de Ucrania.
La administración Biden sigue buscando apoyo de las naciones de Europa del Este para proporcionar más misiles hacia Ucrania.
Desde que Rusia inició una operación militar en la región autónoma ucraniana de Donbass, Estados Unidos y los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han puesto en manos de los comandantes ucranianos más de 17 mil armas antitanques, incluidas las jabalinas.
Las tensiones entre Rusia y Ucrania escalaron a finales de enero alentadas por las constantes amenazas de Washington y la OTAN contra Moscú y el despliegue sin precedentes de soldados de Occidente hacia las fronteras de Rusia y Belarús.
El Kremlin rechazó el constante envío de armamentos desde Washington hacia Kiev, y dejó clara su posición de que no puede permitir que Ucrania adquiera armas nucleares y se siga militarizando, lo cual constituye un peligro para la seguridad rusa.
De acuerdo con la revista CovertAction Magazine, Biden buscó reavivar una guerra sucia en Ucrania y se estaba preparando para ella desde finales de 2021, con la visita en octubre pasado del Secretario de Defensa, Lloyd Austin, a Kiev.
La revista estadounidense resaltó que el director de la Central de Inteligencia (CIA, en inglés), William Joseph Burns, viajó posteriormente a Moscú para intentar intimidar a Putin para que revoque el aumento de tropas en la frontera ucraniana.
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