La solicitud de esos dos organismos incluye prescindir de todos los requisitos de pruebas, presentación de certificados de vacunación, o completar un formulario de localización de pasajeros.
Además, dejar de usar máscaras para viajar dentro o entre estados, donde ya no se requiere en otros ambientes interiores.
La Covid-19, y específicamente la variante Ómicron, ahora está generalizada en toda Europa, y la inmunidad de la población se encuentra en niveles tales que el riesgo de hospitalización o muerte se ha reducido drásticamente, especialmente para las personas vacunadas, señalaron.
Tanto la ACI como la IATA reconocieron que los estados adoptan estrategias de vigilancia para garantizar la salud pública, de la misma manera que lo hacen con otros coronavirus y enfermedades infecciosas.
Muchos países europeos, entre ellos el área Schengen (26 naciones europeas que abolieron los controles fronterizos) levantaron las restricciones internas por la Covid-19, como la necesidad de proporcionar credenciales de salud para ingresar a eventos sociales o el requisito de usar máscaras en espacios públicos.
Los esfuerzos de rastreo de contactos también se reducen, lo que hace que los formularios de localización de pasajeros para salidas internacionales sean redundantes, una vez eliminadas las limitaciones del transporte aéreo.
Ambas instituciones consideraron que en dos años de pandemia hay suficiente evidencia de que las restricciones fronterizas son ineficaces, ya que cuando se identifica una variante de preocupación y son implementadas las limitaciones, la transmisión transfronteriza ya ocurrió.
En tal sentido coincidieron en que llegó el momento de centrar los esfuerzos en la vigilancia y eliminar las prohibiciones, lo que liberará a las personas para viajar y respaldará el empleo en el transporte aéreo europeos, afirmó el vicepresidente de la IATA para Europa, Rafael Schvartzman.
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