En un análisis publicado en el sitio digital original.antiwar.com, “¿Está Washington luchando contra Rusia hasta el último ucraniano?, el político estimó que pese a la existencia de “ligeras esperanzas” de que las negociaciones entre Moscú y Kiev produzcan un alto el fuego, casi parece que Washington odia que eso ocurra.
Incluso, agregó, el senador Lindsay Graham pide abiertamente que alguien mate al presidente ruso y muchos en la Cámara de Representantes estadounidense exigen que la Administración establezca una «zona de exclusión aérea» sobre Ucrania.
¿Están locos?, señaló el también miembro del Partido Libertario, una zona de exclusión aérea significa que se destruye todo lo que pueda impedir el dominio aéreo total de Estados Unidos. Eso representaria un ataque a los sistemas de defensa aérea y de misiles rusos dentro de Rusia. En otras palabras, la Tercera Guerra Mundial, alertó.
Paul lamentó que un gran grupo bipartidista del Congreso parece pensar que vale la pena llegar a una Tercera Guerra Mundial.
Explicó que gran parte de lo que ocurre ahora viene orquestado desde la administración Obama cuando funcionarios del Departamento de Estado como Victoria Nuland y Antony Blinken planearon y ejecutaron el derrocamiento del gobierno ucraniano en 2014.
Esto, subrayó, es lo que nos puso en este camino hacia el conflicto, ya que el gobierno puesto en marcha después del golpe comenzó a exigir la adhesión a la OTAN.
Blinken, Nuland y los demás responsables de este acto atroz volvieron al gobierno en puestos más altos bajo el presidente Biden y siguen impulsando su agenda de Ucrania.
Aseveró el Paul que el Departamento de Estado está tratando de meternos en una guerra y el Pentágono está tratando de mantenernos fuera. ¡Qué ironía!, lamentó.
Tres semanas después de esta terrible guerra, no lleva a cabo conversaciones con Rusia, y en lugar de apoyar las negociaciones entre Ucrania y Rusia que podrían conducir a un alto el fuego y el fin del derramamiento de sangre, escala el conflicto, aseguró.
El flujo constante de armas estadounidenses y aliadas hacia Ucrania y las conversaciones sobre el apoyo a una insurgencia ampliada no parecen diseñadas para dar a Kiev una victoria en el campo de batalla, sino más bien para dar a Rusia lo que el Secretario de Estado Blinken llamó «una derrota estratégica», subrayó.
Parece que la Administración Biden tiene la intención de luchar contra Rusia hasta el último ucraniano. La única solución para Washington es salirse. Dejar que los rusos y los ucranianos lleguen a un acuerdo, dijo.
¿Eso significa que no hay OTAN para Ucrania y que no hay misiles estadounidenses en las fronteras de Rusia? ¿Y qué? Acaben con la guerra y luego con la OTAN, remarcó el exmiembro de la Cámara de Representantes por Texas.
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