Así lo asegura un análisis publicado este martes en el diario The Hill, el cual recordó que en las semanas posteriores a la operación militar de Rusia, el Congreso estadounidense aprobó su mayor proyecto de ley de presupuesto militar.
De la misma forma, los aliados de Washington en Europa se comprometieron a incrementar sus recursos para contrarrestar una eventual amenaza.
Durante meses, Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) alentaron las tensiones en Europa del Este, a donde desplazaron parte de sus efectivos en momentos en que Rusia no tenía prevista la actual incursión militar que busca desmilitarizar y desnazificar Ucrania, de acuerdo con el Kremlin.
Mucho antes de comenzar las acciones bélicas, el diario Global Times advirtió que detrás de todo están las intenciones de Washington de satisfacer el apetito voraz de su complejo militar-industrial, que es el que más gana con una guerra.
Desde inicios de 2022, las acciones de la fabricante de armamento Lockheed Martin se dispararon casi un 25 por ciento, mientras que el valor de otras corporaciones del sector como Raytheon, General Dynamics y Northrop Grumman subió cada una alrededor del 12 por ciento, indicó The Hill.
El propio presidente Joe Biden firmó la víspera una ley de financiamiento gubernamental de 1,5 billones de dólares que asigna 782 mil millones a la defensa, casi un seis por ciento más que el paquete del año pasado.
El proyecto de ley también proporciona 13,6 mil millones en apoyo militar para Ucrania, cantidad que se suma a los más de mil millones de dólares gastados en 2021 para armar a los soldados ucranianos con equipos como los misiles antitanque Javelin y los antiaéreos Stinger, ambos fabricados por compañías estadounidenses.
A corto plazo eso implica que el Pentágono comprará más equipamiento, y las empresas norteamericanas también venderán más en Europa, donde varios países, incluidos Alemania, Polonia, Suecia e Italia, anunciaron un incremento de sus presupuestos para inversiones militares.
Alemania informó que adquirirá hasta 35 aviones de combate estadounidenses Lockheed Martin F-35, para renovar su flota envejecida, mientras el canciller federal alemán, Olaf Scholz, dijo que el gasto en defensa de su país el próximo año estará por encima del dos por ciento de su producto interno bruto.
Hay muchas posibilidades de que los contratistas esadoundienses se beneficien y, a corto plazo, podríamos estar hablando de decenas de miles de millones de dólares, dijo el investigador William Hartung, del Quincy Institute for Responsible Statecraft, citado por la prensa norteamericana.
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