Según la organización no gubernamental con sede en Londres, más de 6,5 millones de menores de edad en ese país del Medio Oriente requieren asistencia humanitaria, otros 2,5 millones no asisten a la escuela, y 800 mil están desnutridos.
Mientras la atención mundial se vuelca hacia la violencia en Ucrania, no podemos dejar que los niños sirios queden en el olvido, apuntó la directora de Save the Children en esa nación, Sonia Khush, en un comunicado divulgado en esta capital.
De acuerdo con el documento, la población infantil afectada por el conflicto en el norte de Siria vive en ´condiciones catastróficas´ en los campamentos de refugiados, expuestos a los bombardeos, el hambre y las enfermedades.
El conflicto armado estalló en 2011, en buena medida como resultado del interés de Occidente y sus aliados regionales de imponer un cambio de régimen y derrocar al presidente Bashar Al Assad.
Turquía controla desde 2018 zonas en el norte de Siria, particularmente en las provincias de Idlib, Alepo, Raqa y Hasakeh, donde apoya públicamente la llamada agrupación “Ejército Nacional” y otras organizaciones calificadas de terroristas por Damasco.
En estas zonas, continuos choques se producen entre las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), aliadas de Washington, y los militares turcos y sus grupos, lo cual causa bajas civiles y pérdidas materiales.
El gobierno sirio denunció en varias ocasiones esa presencia, la calificó de ocupación y aseguró que impide la liberación completa de su territorio del terrorismo.
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