“El miércoles está previsto mi discurso ante el Congreso de Estados Unidos, es un acontecimiento importante”, dijo el mandatario en un mensaje de video la víspera en el que agradeció la nueva asignación para esos fines aprobada por el presidente norteamericano, Joe Biden.
Estados Unidos designó una nueva partida de 13 mil 600 millones de dólares para ayuda humanitaria, militar y económica a Ucrania. “Consideramos esto como el primer paso hacia una renovación completa de nuestro Estado”, expresó Zelensky.
Este lunes, la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, Nancy Pelosi y el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, anunciaron que el jefe de Estado ucraniano hablaría ante el Congreso, este miércoles por videoconferencia.
La ayuda militar de la Casa Blanca a Kiev en 2021 fue de 650 millones de dólares, incluido un paquete adicional de 200 millones, informó en enero el canciller ucraniano Dmitri Kuleva.
El funcionario subrayó que esa es la cifra más alta de asistencia de seguridad y defensa recibida por su país de Washington desde 2014.
Acabar con la militarización de Ucrania constituye, según el presidente ruso, Vladimir Putin, uno de los objetivos de la operación militar desplegada por Moscú desde el 24 de febrero.
En su discurso de ese día para informar sobre el despliegue de las fuerzas rusas en este país, el mandatario reiteró que Moscú no puede permitir que Kiev adquiera armas nucleares y se siga militarizando, lo que constituye un peligro para la seguridad del país.
“Los eventos de hoy no están relacionados con el deseo de infringir los intereses de Ucrania y el pueblo ucraniano, están relacionados con la protección de la propia Rusia de aquellos que han tomado a Ucrania como rehén y están tratando de usarla contra nuestro país y su gente”, explicó.
Putin advirtió que la continua expansión de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este resulta inaceptable para Rusia.
Sin embargo, Kiev mantiene su interés de ingresar en el bloque militar y, según las autoridades de Moscú, se ha convertido en espacio propicio para el acercamiento de las fuerzas de la Alianza a las fronteras rusas.
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