Coordinado por el Centro Cultural Cuba Poesía, el intercambio rememoró al distinguido director de cine por intermedio de los intelectuales Francisco López Sacha, Ricardo Alberto Pérez, Diego Santa y Gaetano Longo.
Al decir de López Sacha fueron las cintas Accattone (1961) y Mamma Roma (1962) las encargadas de abrir el camino de Pasollini en la filmografía con temáticas poco tratadas en el cine italiano y dirigidas al mundo marginal romano con un tono muy particular del autor.
Tenía una poética de una generación de postguerra, que no encontraba espacio social para expresarse, traía serias contradicciones con el mundo capitalista de ese país y sufría también los rigores de la miseria, expresó.
De ese contexto emergió su trabajo hiperrealista, fotografía extraordinaria y belleza casi documental, pero lo suficiente clara y nítida para dar la imagen de una Italia nada edulcorada y, al mismo tiempo, poética, sentenció el investigador.
Por su parte, Gaetano Longo leyó el poema Al Píncipe, de La religión de mi tiempo (1961), escrito por Pier Paolo, quien además de su quehacer poético desarrolló una meritoria obra ensayística y periodística que polemiza con el catolicismo y proyecta ideas asociadas a la izquierda y el comunismo.
El centenario de Pasolini resulta pretexto en la nación caribeña para revisitar su trayectoria y rendirle tributo mediante un ciclo de cine y una exposición de carteles sobre la interpretación de sus películas.
El Evangelio según San Mateo (1964), Pajaritos y pajarracos (1966), Edipo Rey (1967) y Medea (1969) son algunos de los títulos del legendario hombre cine, uno de los más venerados y controvertidos en el séptimo arte italiano debido a su estilo denunciador antifascista y el asunto sexual, considerado tabú para la época.
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