La Asociación de la Industria de Semiconductores dijo este lunes que estaba profundamente preocupada por el aumento del salario mínimo mensual a mil 500 ringgit (356 dólares) a partir del 1 de mayo.
Su presidente, Wong Siew Hai, declaró en un comunicado que el aumento era «demasiado pronto» y que las empresas no tenían tiempo suficiente para ajustar las estructuras salariales y mejorar la productividad para seguir siendo competitivas.
Las asociaciones de la industria también advirtieron que esto se produce en medio del aumento de los precios de las materias primas y los productos básicos, así como la escasez de mano de obra que ya se sumaba a la presión de los costos.
En tanto, la Federación de Fabricantes de Malasia, que representa a más de 11 mil 300 empresas, recordó que el aumento salarial afectaría el costo de la nómina de los fabricantes, los gastos comerciales y podría descarrilar la recuperación económica.
Malasia es un gran fabricante de chips, y sus producciones representan más de una décima parte del comercio mundial por valor de más de 20 mil millones de dólares.
Estas industrias dependen en gran medida de los trabajadores migrantes en fábricas y plantaciones, los cuales también se beneficiarían con el incremento salarial de 300 ringgit (unos 70 dólares) que propone el gobierno.
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