La movilización tuvo lugar en el centro de Quito, desde donde exigieron a la alcaldía municipal mayor control en el uso de las aplicaciones móviles y permisos para trabajar sin las restricciones de circulación impuestas por el mecanismo denominado Pico y Placa, que impide la salida a las calles un día a la semana.
A nombre de los choferes, Carlos Brunis, presidente de la Federación de Transporte Terrestre de Pichincha, afirmó.
«El taxismo de Pichincha le pide al señor alcalde mantener una reunión, un diálogo abierto», advirtió.
Al respecto, señaló que ya han tenido otros encuentros con autoridades, pero sin obtener las respuestas esperadas para satisfacer las necesidades del gremio.
Disponer regulaciones contra la ilegalidad, la informalidad y plataformas digitales que utilizan vehículos particulares para brindar el servicio de transporte de taxi, es la demanda principal.
A fin de establecer un control efectivo a la informalidad, otro pedido es emitir una normativa para que esas plataformas digitales sean reguladas y autorizadas.
Las exigencias de los taxistas se sustentan en la Ley de Transporte aprobada en agosto de 2021, que ordena a los municipios regular el tema.
Brunis recalcó que las medidas serán progresivas si la alcaldía de Quito no da respuestas frente a la ilegalidad en el transporte comercial.
Por su parte, la directora de la Agencia Metropolitana de Transporte, Silvana Vallejo, dijo: «El diálogo con el gremio de taxis siempre ha estado abierto, hemos trabajado en 25 mesas técnicas donde se han tratado diferentes temas, incluido el servicio a través de las plataformas digitales”.
La víspera, el secretario de Movilidad Ricardo Pozo se pronunció sobre la convocatoria y precisó que las negociaciones comenzaron desde el pasado mes de febrero.
Las acciones de cerca de 200 taxistas interrumpieron el tránsito en algunas de las calles del centro histórico capitalino, incluso, el servicio de unidades de transporte como el trolebús.
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