Según una investigación realizada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), del Instituto de Investigación del Oeste y el Laboratorio Nacional Oak Ridgematerial, todos en Estados Unidos, reveló que esa fibra de carbono no sólo es barata de elaborar, sino que ofrece ventajas sobre los materiales tradicionales de fibra de carbono.
El estudio, publicado en la revista Science Advances, indica que actualmente las refinerías suministran los excedentes del petróleo para aplicaciones de poco valor, como el asfalto, o que acaban tratando como residuo.
Sin embargo, esa “escoria”-como la llaman los investigadores, que queda después del proceso de refinado y conocido también como brea de petróleo sucia es una mezcolanza de hidrocarburos pesados y en ella hay mucha química que se puede explotar.
«El proceso necesario para fabricar una fibra de carbono a partir de brea es realmente mínimo, tanto en términos de requisitos energéticos como en términos de procesamiento real que hay que hacer», afirmó Nicola Ferralis, investigador del MIT.
Los experimentos demostraron que, ajustando las condiciones de partida, se podían fabricar fibras de carbono que no sólo eran fuertes en tensión, como la mayoría de las de este tipo, sino también en compresión, lo que significa que podrían utilizarse en aplicaciones de soporte de carga.
Ello puede tener utilidades directas en los vehículos como los coches pues un auto más pesado requiere un motor más grande, frenos más potentes, etc; por lo cual la reducción del peso de la carrocería y otros componentes tiene un efecto dominó que produce un ahorro de peso adicional.
“Los compuestos de fibra de carbono no son una idea nueva, pero hasta ahora sólo se han utilizado en algunos modelos muy caros. La nueva investigación pretende cambiar esta situación proporcionando un material de partida de bajo coste y métodos de procesamiento relativamente sencillos”, indicaron los científicos.
Ferralis afirmó que la nueva ruta que estamos desarrollando no es sólo un efecto del coste; “sino que podría abrir nuevas aplicaciones, y no tienen por qué ser solo en vehículos».
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