En un artículo publicado en el sitio Antiwar.com, el exrepresentante republicano por el estado de Michigan aseveró que Washington, alentado especialmente por el Partido Republicano, se empeña en aplicar medidas unilaterales contra Moscú por la guerra en Ucrania, una situación que nada tiene que ver con la seguridad nacional estadounidense.
La Casa Blanca llegó a la conclusión de que la aviónica sería un sector propicio para un embargo de las exportaciones debido a la gran dependencia de Rusia del mundo Occidental para abastecerse de piezas, resaltó Stockman.
Al menos 80 por ciento de la flota aérea de Rusia está fabricada por las corporativas Boeing Co, de Estados Unidos; o Airbus SE, de la Unión Europea, y la mayoría de los equipos utilizados para construir aeronaves en el país provienen de Occidente.
Por tanto, explicó, la imposición de controles a la exportación en el sector podría dejar en tierra a la mayoría de los aviones rusos.
Inmovilizarlos también equivale a paralizar a los proveedores y exportadores estadounidenses que se ganaban la vida honestamente vendiendo piezas a Aeroflot y otros compradores rusos, advirtió quien fue director de la Oficina de Gestión y Presupuesto durante la gestión del expresidente Ronald Reagan (1981-1985).
Este es solo un ejemplo porque todo el sector de las medianas y pequeñas empresas, aparte de los gigantes corporativos, están sufriendo de lleno las sanciones monstruosas de Washington, condenó.
Estados Unidos también apunta a China con sus amenazas. Durante una conversación telefónica con el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, el estadounidense Joe Biden le advirtió que su país sería el siguiente en la línea de esta forma de guerra económica.
Poco antes de ese diálogo el secretario de Estado, Antony Blinken, adelantó que Biden «dejará claro que China asumirá la responsabilidad de cualquier acción que lleve a cabo para apoyar la agresión de Rusia, y no dudaremos en imponer los costes».
¿De dónde saca Biden la autoridad para perjudicar a miles de millones de inversiones privadas y el valor económico solo para darle una paliza al líder ruso Vladímir Putin?, se preguntó el político.
En el texto, Stockman resaltó que el poder económico de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), del que Washington es parte junto a un grupo de 30 países aliados, es 29 veces mayor que el de Rusia.
Mientras la OTAN cuenta con 42,78 billones de dólares de Producto Interno Bruto (PIB) y 945 millones de habitantes, el país euroasiático tiene 1,46 billones de dólares de PIB y su población es de 144 millones de personas.
“Putin no es un incipiente Hitler empeñado en la conquista, la sola idea es absurda. Ni siquiera se trata de un caso en el que un vecino de larga data invada al otro”, explicó aludiendo a las tensiones que persisten entre Rusia y Ucrania desde el 2014, cuando Washington apoyó un golpe de Estado en Kiev contra el entonces gobierno pro-ruso.
Desde 2014, Washington ha estado armando hasta los dientes a las poblaciones y facciones que tomaron el control del gobierno, afirmó.
Nada justifica la intervención de Washington en este desafortunado conflicto intramuros, agregó, y es errado utilizarlo como excusa para atacar a las honestas empresas estadounidenses, víctimas del Gobierno central, situación que trajo como consecuencia la devastadora agresión de Biden en su autoproclamado papel de azotador global en jefe.
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