Sin embargo, fuentes de la oposición y, sobre todo de un indignado partido Podemos, elevaron el tono de las críticas por el acuerdo alcanzado por el presidente, Pedro Sánchez, con Marruecos en detrimento de la autodeterminación del pueblo saharaui.
Durante su visita al enclave español de Ceuta, que junto a Melilla es punto focal de roces con Rabat, el máximo representante del Palacio de la Moncloa prometió una relación mucho más sólida con Marruecos, a la vez que destacó que se ha cerrado una crisis.
«Sentamos las bases de una relación mucho más sólida, mucho más fuerte, con el reino de Marruecos», puntualizó Sánchez.
En abril de 2021 se desató una crisis entre Marruecos y España, que tuvo su origen en la atención médica que el país ibérico dio al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, enfermo grave de Covid-19. Ante este hecho, Rabat permitió la salida de 10 mil personas en calidad de inmigrantes hacia Ceuta.
«No era sostenible el tener unas relaciones cortadas desde el punto de vista político, diplomático e incluso también económico» con «un país estratégico como es Marruecos para España», argumentó Sánchez.
El Frente Polisario demanda un referendo de autodeterminación bajo la sombrilla de Naciones Unidas (ONU), tal como se convino en el alto el fuego de 1991 y que nunca se cumplió, mientras Marruecos plantea otro tipo de hoja de ruta en un plan de 2007 jamás aceptado por el pueblo sarahui ni por la ONU.
El giro español provocó el pasado sábado una reacción de Argelia, aliado del Polisario, que convocó a su embajador en Madrid, algo que preocupa a los españoles por la dependencia del gas argelino.
Frente al enfado de muchas organizaciones, el bloque en el Gobierno de Unidas Podemos se plantea la posibilidad de presentar en el Congreso una proposición de ley durante esta semana para que España regrese a la postura inicial sobre el Sáhara Occidental, basada en el reconocimiento del referéndum de autodeterminación.
En cualquier caso, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, comentó que el posicionamiento de su grupo es sobradamente conocido, es decir defender al pueblo saharaui en su derecho a la libre autodeterminación y que no se conviertan en «una provincia más de la dictadura marroquí”.
La vicepresidenta segunda y ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, máxima representante del bloque Unidas Podemos en el Gobierno, consideró que el presidente ha actuado “con enorme opacidad” en una cuestión de especial sensibilidad, además de calificar de incoherente el giro de 180 grados de la política exterior española.
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