En los Juegos Olímpicos de Roma 1960 logró algo inédito, pues fue la primera deportista norteamericana en ganar tres medallas de oro. Resultó imbatible en 100 y 200 metros y formó parte de la nómina dorada del relevo en 4X100. Igualmente, fue poseedora de récords del mundo en esas tres pruebas.
De acuerdo con entendidos, aún hoy continúa siendo considerada como una de las principales influencias para las atletas negras estadounidenses en la práctica de este deporte.
Nacida en Marksville, Tennessee, el 23 de junio de 1940, Rudolph llegó al mundo como la número 20 en una familia pobre de 21 hermanos, y en su infancia tuvo serios problemas de salud, incluida la poliomielitis, que le paralizó una pierna durante varios años.
No obstante, después, como estudiante, incursionó en el baloncesto y en carreras pedestres, disciplinas en las cuales no le fue nada mal.
Llegaba la justa olímpica de Melbourne 1956 y la atleta clasificó en el equipo nacional para los 200 metros, pero fue eliminada en Australia en su heat. Sí consiguió bronce con la posta 4X100.
Fue madre en 1958 y dos años más tarde concurrió a Roma, donde logró la hazaña mencionada.
En 1961 igualó la cota del orbe en 100 metros planos con 11,3 segundos y la rompió más tarde con 11,2, para así convertirse en la mujer más rápida del mundo.
La literatura sobre ella señala: “Muy activa en las protestas que se llevaban a cabo para terminar con las leyes de segregación racial, al finalizar su carrera deportiva decidió terminar sus estudios y trabajar con los jóvenes de los guetos de las grandes ciudades”.
Y agrega que “por eso, participó en la Operación Champion, destinada a promover la práctica del deporte entre aquellos jóvenes que no tenían opción de federarse y posteriormente creó su propia fundación, que se dedicaba a ofrecer entrenamientos gratuitos y organizar competiciones entre los más necesitados”.
Wilma falleció en Brentwood, Tennessee, vencida por un tumor cerebral el 12 de noviembre de 1994 a los 54 años de edad.
Entre los homenajes a la gacela se cuentan una calle y una estatua con su nombre en la ciudad de Clarksville, en su estado natal. En 1996 la Fundación Women’s Sports creó el Premio Wilma Rudolph al Coraje y existe otro galardón a las mujeres luchadoras que también la honra.
(Tomado de Orbe)