“No voy a dar marcha atrás en nada”, aseveró el gobernante este lunes desde la Casa Blanca, donde se justificó por sus declaraciones en las que según él expresó “indignación moral” por las acciones del líder ruso y no buscaba un “cambio de régimen”.
El sábado, durante su estancia en Varsovia, Polonia, el ocupante del Despacho Oval, refiriéndose a Putin, afirmó que esta persona “no puede permanecer en el poder”.
Esas palabras del jefe del ejecutivo estadounidense provocaron la rápida reacción de la Casa Blanca y hasta del secretario de Estado, Antony Blinken, que salieron a “desdecir” al mandatario.
El jefe de la oficina de prensa del Kremlin, Dimitri Peskov, calificó de “alarmantes” los comentarios de Biden y manifestó que no le corresponde al presidente norteamericano decidir quién estará en el poder en Rusia.
En la tarde de hoy Biden descartó disculparse y consideró que su pronunciamiento no complicará más las relaciones con el Kremlin, ni implicará una escalada de los ataques rusos contra Ucrania.
Moscú ordenó la operación militar especial en territorio ucraniano, luego de que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el sureste de la nación del este europeo, le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión de Kiev.
En ocasiones anteriores, el presidente estadounidense acusó también de “criminal de guerra” y “asesino” a su par ruso, denuncias que en su momento el gobierno ruso calificó de retórica inaceptable e inexcusable.
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