De acuerdo con Bajatović, los especialistas advierten que cambiar del consumo del gas ruso al gas natural licuado de otros proveedores llevará de cinco a ocho años.
¿Acaso es realmente rentable para países de la región no solo quedarse sin los recursos energéticos rusos, sino pagar más por ellos a Estados Unidos y, al mismo tiempo, entender que estos no son suficientes?, se preguntó el director de la empresa serbia.
Sobre la propuesta de solidaridad europea en relación con el almacenamiento conjunto de gas, el responsable de Serbiyagas opinó que hablar de ello es prematuro.
Bajatović recordó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el suministro de unos 50 mil millones de metros cúbicos para 2030 a los países de la región europea, mientras que estos requieren cerca de 200 mil millones de metros cúbicos de gas.
Tras unas conversaciones en la ciudad de Sochi el 25 de noviembre, Rusia mantuvo el precio del gas para Serbia en 270 dólares por mil metros cúbicos durante los próximos seis meses, después de lo cual se ofrecerá a Belgrado términos de contrato a largo plazo.
Desde principios de año, la compañía rusa Gazprom comenzó a suministrar el energético a Serbia a través de una nueva ruta.
El gas se transporta desde Rusia por el gasoducto Turkish Stream, a través del mar Negro, para luego ingresar al sistema nacional de transmisión de Bulgaria y llegar finalmente a Serbia.
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