Pero Estados Unidos ya está gastando sustancialmente más de lo que erogó en el momento álgido de las guerras de Corea y Vietnam o, de hecho, en cualquier otro momento de esa primera Guerra Fría, subrayó el material difundido en el medio digital alternativo.
Un coro creciente de expertos y políticos sugiere que la operación rusa en Ucrania –iniciada el pasado 24 de febrero- marca el comienzo de esa nueva Guerra Fría, consideraron los autores del trabajo.
Sin embargo, desde antes, el presupuesto del Pentágono propuesto por la administración de Joe Biden (como el desarrollo de cabezas nucleares en el Departamento de Energía) ya estaba garantizado que se dispararía incluso más que eso, quizás hasta los 800 mil millones de dólares o más para 2023, acotaron.
Esta es la ironía: volver a los niveles de financiación del Pentágono de la Guerra Fría significaría reducir, no aumentar el gasto, expresaron los analistas, quienes añadieron que, por supuesto, “eso es cualquier cosa menos lo que los defensores de esos gastos militares tenían en mente, incluso antes de la crisis actual”.
Algunos partidarios del aumento del gasto del Pentágono, de hecho, han estado promoviendo cifras tan asombrosas como absurdas, dijeron.
Rich Lowry, editor del conservador National Review, aboga por un presupuesto militar de un billón de dólares, mientras que Matthew Kroenig, del Atlantic Council, pidió que Estados Unidos se preparara para ganar guerras simultáneas contra Rusia y China, argumentaron.
Es probable que ninguna de esa cifra astronómica se aplique pronto, pero el hecho de que se hable de ellas es indicativo de hacia dónde se dirige el debate de Washington sobre el gasto del Departamento de Defensa tras el desastre de Ucrania, enfatizaron.
A decir verdad -indicaron los autores William D. Hartung, Nick Cleveland-Stout y Taylor Giorno-, los actuales niveles de gasto del Pentágono podrían acomodar fácilmente un sólido programa de armamento para Ucrania, así como un traslado de más tropas estadounidenses a Europa del Este.
Las voces de los halcones explotan el contexto para justificar mayores presupuestos militares, añadieron al advertir que desviar los recursos que se necesitan para hacer frente a desafíos urgentes como las pandemias, el cambio climático y la injusticia racial y económica, con una nueva Guerra Fría podría tener consecuencias devastadoras.
Bajo esa rúbrica -sentenciaron-, Estados Unidos lanzaría sin duda más iniciativas militares, al tiempo que acogería a aliados poco recomendables en nombre de la defensa de la influencia rusa y china.
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