La junta ejecutiva del Banco Mundial aprobó el 1 de marzo un plan para utilizar más de mil millones de dólares del Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Afganistán (ARTF) para apoyar programas de educación, agricultura, salud y medios de subsistencia.
Cuando ARTF acordó liberar los fondos para nuevos proyectos que implementarán las agencias de la Organización de Naciones Unidas, el Banco Mundial estipuló que esperaba un fuerte enfoque en garantizar «que las niñas y las mujeres participen y se beneficien del apoyo».
Según Tolo News, la institución declaró su profunda preocupación sobre la prohibición del Movimiento Tallibán a la reincorporación de las niñas afganas a la escuela secundaria.
Como resultado, los cuatro planes se presentarán a los donantes de ARTF para su aprobación solo «cuando el Banco Mundial y los socios internacionales comprendan mejor la situación y confíen en que se pueden cumplir los objetivos de los proyectos».
El ARTF se congeló en agosto de 2021 cuando los talibanes tomaron el poder, tras la salida del territorio afgano de las tropas norteamericanas, después de 20 años de contienda.
También varios gobiernos suspendieron la ayuda financiera a Afganistán, que representaba más del 70 por ciento de los gastos gubernamentales, lo que aceleró el colapso económico del país.
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