Desde el Museo Nacional de Bellas Artes, la muestra se inserta en el programa de la XIV Bienal de La Habana, cuyo director, Nelson Ramírez Arellano, resaltó el vínculo entre las instalaciones y una visión ambientalista.
Figuran en la selección piezas de Lara Almarcegui (España), Maanda Beech (Estados Unidos), Ursula Biemann (Suiza), Lonnie van Brummelen & Siebren de Haan Gustafsson & Haapoja (Finlandia), Femke Herregeaven ( Holanda) e Irene Kopelman (Argentina).
“Son todos artistas que trabajan con temas relacionados con la ecología, cuyo discurso versa sobre la importancia de lograr un tipo de armonía en nuestra relación con la naturaleza que nos permita evolucionar hacia un futuro viable, que es uno de los temas realmente de la Bienal”, sentenció Ramírez Arellano.
Bajo títulos como Las piedras tienen leyes, Mirando a la regeneración, Cantera detenida, Preludio de cuando el polvo se desata y Subatlántico, las obras invitan a la reflexión en torno a “nuevas narrativas, escenarios y modos de imaginación” del futuro, explica la presentación de la muestra.
Cualquier especulación da igual parte de siete propuestas artísticas que se articulan en el espacio estableciendo un diálogo que profundiza en la investigación sobre conceptos como la cronopolítica, el tiempo no lineal, el cuidado, el cambio climático, la ecología, el extractivismo, entre otros asuntos, apuntó Ramírez Arellano.
Asimismo, la nota de introducción al proyecto, instalado en el Edificio de Arte Universal, destaca la articulación de una serie de intercambios entre los artistas, estudiantes y profesores de diferentes campos de conocimiento para establecer otro sistema de coordenadas, metáforas y sensibilidades.
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