Las declaraciones del jefe de gobierno ocurrieron durante una sesión de la Cámara de Representantes de la Dieta (Parlamento), donde afirmó que Sajalín-2 es extremadamente importante para Japón en materia de seguridad energética, pues contribuye al suministro estable de gas natural a largo plazo y a bajo costo.
Antes, en la plenaria, uno de los legisladores nipones sugirió que la permanencia en el proyecto energético podría interferir en la unidad del Grupo de los Siete (G7) en torno a las sanciones económicas contra Moscú.
Al respecto, Kishida enfatizó que el G7 debe tener en cuenta las circunstancias respectivas de cada país y dar tiempo para asegurar un abastecimiento alternativo.
En Sajalín-2 participan importantes firmas comerciales japonesas como Mitsui & Co. y Mitsubishi Corporation, junto a la británica Shell y la estatal rusa Gazprom.
El negocio administrado por la empresa Sakhalin Energy Investment produce 150 mil barriles diarios de petróleo y licúa 9,6 millones de toneladas de gas natural al año, de este último hidrocarburo Japón recibe cerca del 60 por ciento, divulgó Mitsubishi.
Además, la isla rusa de Sajalín, donde se llevan a cabo las perforaciones, posee una ubicación estratégica para Tokio por su cercanía geográfica.
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