Con la medida, el Gobierno busca llegar a dos millones de familias para paliar por tres meses la actual crisis económica y el alza del precio del petróleo, además de dar continuidad a un programa de apoyo similar que duró de noviembre de 2021 al 28 de febrero de este año.
El Decreto 17-2022, aprobado de urgencia nacional el 8 de marzo por el Congreso, contempla un beneficio para los compradores en las presentaciones de cilindros de 10, 20, 25 y 35 libras que va desde ocho, 16, 20 y 28 quetzales, respectivamente (1,04; 2,08; 2,60 y 3,65 dólares).
La disminución de los montos se verá reflejada en el precio final de venta, de acuerdo con la normativa que acompaña a la ley.
Cada quincena, las autoridades realizarán cortes para pagar a las empresas envasadoras, y los usuarios presentarán su código único de identificación o el número de identificación tributaria para acceder a los costos definidos.
El Ejecutivo concibe la ayuda a la economía familiar como un paquete, donde están, además, la ampliación de la tarifa social eléctrica (de 88 kilovatios hora a 100) y una subvención para el diésel y la gasolina regular.
Este último entrará en vigor el próximo 5 de abril, declaró ayer el ministro de Energía y Minas, Alberto Pimentel, en una citación en el Congreso, y es el que genera más expectativas por los importes que rondan los 40 quetzales (5,21 dólares) el galón, una espiral especulativa nunca antes vista, según expertos.
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