De esta manera, el país se une a otras naciones de la región que recientemente eliminaron las restricciones de viaje a medida que pasan a vivir con la Covid-19.
Anteriormente, solo los viajeros de algunos lugares específicos podían ingresar a Singapur sin cuarentena, pero a partir de este viernes, todas las llegadas vacunadas solo necesitan una prueba PCR negativa.
Según reportes de prensa, el aeropuerto Changi de la ciudad-estado bullía de actividad.
Las fronteras terrestres también se reabrieron por completo hacia la vecina Malasia este viernes, luego de mantenerse transitadas parcialmente desde el año pasado.
Miles de personas viajaron hoy entre ambos países en automóviles, motocicletas y a pie desde la medianoche.
La gente comenzó a reunirse en el puesto de control fronterizo a las 19:30, hora local del jueves en Singapur, según Straits Times y Channel News Asia, celebrando la posibilidad de reunirse con familiares y amigos en Malasia.
Del otro lado, el ambiente alrededor de la ciudad de Johor Bahru era igual de animado, con muchos reunidos para esperar la llegada de familiares.
Más de 11 mil viajeros pasaron por los puntos de control en Woodlands y Tuas a partir de las 07:00, hora local de este viernes, dijo la Autoridad de Inmigración y Puntos de Control de Singapur en un comunicado.
Se espera que al menos 400 mil personas crucen la frontera en la primera semana de la reapertura total, dijo esta semana el ministro principal de Johor, Onn Hafiz Ghaz.
Antes de la pandemia, más de 300 mil personas cruzaban la frontera terrestre todos los días, lo que la convertía en una de las más concurridas del mundo.
Singapur fue la mayor fuente de visitantes de Malasia en 2019, con unos 10 millones de llegadas, según el Ministerio malayo de Turismo, Arte y Cultura.
Ese número se redujo a un millón 500 mil en 2020, compuesto principalmente por visitantes en los primeros meses del año antes de los cierres.
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