El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores informó que en la institución se registraron alteraciones al orden interno, ante lo cual se activaron los protocolos de seguridad y coordinó la intervención de la policía y Fuerzas Armadas.
De acuerdo con los reportes, tras los incidentes ocurrieron en las primeras horas de la madrugada, efectivos policiales activaron el protocolo establecido para retomar el control del centro penitenciario.
Según trascendió, vecinos de los alrededores del penal alertaron de detonaciones y posteriormente difundieron en las redes sociales mensajes con imágenes y videos de lo que acontecía en la instalación.
Aunque las autoridades no han emitido un informe oficial de daños humanos y materiales, medios de comunicación refieren al menos ocho muertos y una decena de herido como resultado de las reyertas.
Por su parte, el alcalde de Cuenca, Pedro Palacios, afirmó: «nos solidarizamos con las familias de aquellos privados de la libertad que aparentemente, por informes preliminares, han pedido la vida en el amotinamiento».
De su lado, el ministro de Gobierno, Patricio Carrillo, afirmó que el ejecutivo ejercerá acciones para contener la irracionalidad y radicalismo dentro de los centros penitenciarios y tener una política de dignidad en el sistema de rehabilitación social.
Ecuador vive una crisis en el sistema carcelario, agudizada en los últimos dos años, con al manos dos masacres que cobraron cerca de 200 vidas el año pasado, por enfrentamientos en bandas rivales narcodelictivas.
La inseguridad en las prisiones también responde a problemas como el hacinamiento, la escasez de guías penitenciarios, las malas condiciones en la infraestructura y la falta de programas de rehabilitación social, lo cual ha derivado en serias críticas al gobierno nacional.
Ninguna de las medidas adoptadas por el ejecutivo ni el cambio de directivos en el sector han logrado solucionar el tema, que además ha sido denunciado internacionalmente.
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