En este sentido, decenas de voluntarios de la asociación Saed (socorro, en árabe) preparan comidas durante todos los días del Ramadán (mes del ayuno musulmán) y las hacen llegar a las casas de las personas pobres en la capital Damasco y otras provincias.
Nuestra campaña tiene el nombre de “No al Hambre” y por medio de la cual se reparten a la hora de romper el ayuno cada día unas cuatro mil 500 raciones a los núcleos sociales más afectados por la guerra y el bloqueo y de acuerdo a listas preparadas por los alcaldes, informó a Issam Habal, responsable de esta entidad.
(Pan y Sal) es otra iniciativa que logró, según sus organizadores, entregar hasta el momento 16 mil bolsas de alimentos en la provincia central de Homs.
Labib Al-Akhwan, jefe de la Cámara de Industria de Homs, patrocinadora de la acción, indicó que la primera fase de la iniciativa incluye la distribución de 30 mil canastas de alimentos, y podría llegar a 50 mil.
Cada canasta incluye alimentos básicos como azúcar, aceite, manteca, arroz, lentejas, entre otros.
Por otro lado, se inauguró la Feria Caritativa de Ramadán que se celebra bajo el lema «Siria nos une».
Unas 250 empresas nacionales venden sus productos y hacen ofertas de alimentos cuyos precios están 15 por ciento por debajo de los mercados.
En el evento, se dedicó un espacio 30 heridos del ejército que lograron superar sus heridas y recuperarse y ahora venden los productos de sus proyectos en esta feria.
Es un mensaje al mundo de que los sirios a pesar de la guerra y el bloqueo, están unidos y solidarios y se ayudan unos a los otros para enfrentar y superar las dificultades y la penurias.
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