Al mismo tiempo informaron la transferencia de dos mil millones de chelines kenyanos (unos 71 millones de dólares) de pagos atrasados a los expendedores de gasolina y diésel por subsidios y aseguraron que la escasez comenzará a solventarse a partir del jueves próximo.
La desaparición de los carburantes, que provocó largas filas en las estaciones de servicio y la disminución del transporte público y de mercancías, se debió a la parálisis en la distribución iniciada por los mayoristas en protesta por los atrasos en los pagos por el gobierno.
El conflicto está matizado por diferencias entre los mayoristas, según los cuales el monto de la deuda oficial es de casi 174 millones de dólares, mientras el gobierno reconoce unos 113 millones.
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