Rusesabagina fue condenado en septiembre del año pasado bajo acusaciones de terrorismo por su papel al frente del Movimiento Ruandés para el Cambio Democrático, brazo político del grupo rebelde Frente de Liberación Nacional, que reclamó la autoría de los atentados de 2018 y 2019.
El Alto Tribunal para Crímenes Internacionales y Transfronterizos declaró culpables al antiguo gerente y otras 20 personas por los hechos, que se saldaron con al menos nueve muertos.
La Fiscalía pedía cadena perpetua para el exgerente en funciones del hotel Mille Collines, en Kigali, que en 1994 protegió dentro del establecimiento a más de mil 200 tutsis y hutus moderados durante el genocidio en el que fueron masacrados de 800 mil a un millón de personas, principalmente de la primera etnia.
Por su parte, Callixte Nsabimana, conocido como Sankara y otro de los principales acusados en el proceso, vio reducida su pena de 20 a 15 años de cárcel debido a que admitió su responsabilidad durante el juicio y dio información para determinar las actividades del Frente.
A la única mujer juzgada en el proceso, Angelina Mukandutiye, se le aumentó de cinco a 20 los años de prisión debido a que tenía una sentencia previa por crímenes de genocidio.
Rusesabagina, un encarnizado opositor al presidente Paul Kagame, fue detenido en agosto de 2020 cuando descendió de un avión en Kigali cuando pensó que viajaba a Burundi. Tanto él como sus abogados dijeron que fue secuestrado en Emiratos Árabes Unidos.
El reo acusa a Kagame de autoritarismo y de alimentar el sentimiento antihutu. También denunció ser víctima de un proceso político así como de malos tratos en la prisión.
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