En declaraciones al término de un encuentro con su homólogo mexicano Maximiliano Reyes, por la XV Reunión sobre Temas Migratorios, el diplomático cubano explicó que se trata de un ejercicio regular entre los dos países con el fin de cumplir el compromiso de garantizar una migración regular, ordenada y segura.
Dijo que en esta ocasión trabajamos en fortalecer los mecanismos de cooperación y de comunicación justamente para cumplir con nuestro compromiso, y constatamos que el fortalecimiento en los aspectos migratorios da fe de la buena relación existente entre Cuba y México desde hace casi 120 años.
También constatamos que existen factores exógenos con una influencia poderosa entre los dos países en cuanto a la migración , y son factores ajenos a la relación y vínculos bilaterales.
Explicó que un número considerable de los cubanos que viajan y se trasladan a México no tienen como propósito quedarse aquí, pues su meta es asentarse en Estados Unidos.
Se conoce, dijo, que el gobierno estadounidense ejerce presión sobre estos gobiernos para que exijan visas de tránsito y están impidiendo que los cubanos salgan del territorio nacional, lo cual se contradice con el vigente estímulo que ofrece Washington a la migración cubana fuera de la isla.
Ese estímulo, recordó, descansa en la política histórica según la cual el cubano es un refugiado y por tanto le dan entrada cuando llega a la frontera, con ciertos privilegios que no tienen ciudadanos de otros países.
Dicho privilegio se ampara en la ley de ajuste cubano, y Estados Unidos ha incumplido con su compromiso desde hace cinco años de otorgar 20 mil visados que según los acuerdos migratorios debió haber entregado, además lo hace en el contexto de un recrudecimiento del bloqueo económico.
El objetivo, explicó Fernández de Cossío, es deprimir el nivel de vida de la población cubana, dañar el estándar de vida, generar escasez y es paradójico porque el propio gobierno de Estados Unidos reconoce públicamente que una de las maneras de atacar el potencial migratorio del mundo entero y el flujo de migrantes, es tratar de resolver las causas socioeconómicas de esa emigración.
En el caso de Cuba, dijo, ha sido lo contrario porque Estados Unidos aplica y fortalece un bloqueo económico brutal que daña el nivel de vida del pueblo.
A quien hay que exigirle es al gobierno de Washington que deje de ejercer las presiones que está haciendo contra gobiernos de la región. Hay que exigirle que acabe de cumplir con el compromiso que tiene con el otorgamiento de las 20 mil visas anuales, y a que ponga fin al bloqueo, concluyó el viceministro cubano.
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