En un comunicado publicado por el diario al-Watan, la Cancillería calificó de infundado lo difundido por el diario turco Hurriyet de que Ankara envió misivas que incluyen discusiones que se llevan a cabo actualmente en el Gobierno de esa nación para mejorar las relaciones, aprovechando la ocupación de Rusia en la guerra de Ucrania.
Es mera propaganda mediática para mejorar la imagen del gobierno turco previo a la celebración de las elecciones presidenciales, aclaró la nota.
El Ministerio acusó a Ankara de violar el principio de buena vecindad y las estrechas relaciones entre los pueblos sirio y turco y de aplicar políticas agresivas e inmorales contra Siria y su pueblo que equivalen a crímenes de guerra.
Denunció que el gobierno turco ofreció apoyo directo a organizaciones radicales y terroristas que cometieron actos de genocidio contra los sirios, mientras sus fuerzas están desplegadas ilegalmente en el norte sirio.
Según el texto, a esto se suma el saqueo de bienes y antigüedades nacionales, y sus intentos desesperados de hacer cambios demográficos.
Ratificó que Damasco no puede pensar en ningún diálogo con Ankara a menos que retire sus fuerzas del suelo sirio y deje de apoyar a los terroristas.
El Gobierno acusa a Ankara desde el inicio del conflicto que asola este país en 2011, de intervenir en Siria mediante el apoyo de agrupaciones opositoras extremistas y la ocupación directa de partes de las provincias de Idlib, Alepo, Raqa y Hasakeh.
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