A un cuarto de siglo de su nacimiento, el jefe de la institución, Eduardo Torres-Cuevas, recordó los pilares que sostienen su labor desde el 9 de abril de 1997, cuando inició sus funciones de la mano de Armando Hart junto a entidades estatales, culturales, científicas y sociales. Durante la gala central por la efemérides aconteció la cancelación de una serie de sellos postales, cuya rúbrica estuvo a cargo del presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo, el miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba Rogelio Polanco y Torres-Cuevas.
Igualmente, suscribieron la cancelación postal centrada en el ideario e imagen martiana, el vicetitular primero del Ministerio de Comunicaciones, Wilfredo González, y su homólogo del Grupo Correos de Cuba, Eldis Varga.
Asimismo, Torres-Cuevas transmitió las palabras de felicitación enviadas por el líder de la Revolución cubana, Raúl Castro, cuya misiva reconoce la minuciosa labor desarrollada por los miembros del centro y quien mereció una distinción como heredero del humanismo, el ímpetu y la ética del Apóstol en la defensa del país.
En sus palabras, el historiador destacó el trabajo sostenido del Programa Nacional Martiano, el Centro de Estudios Martianos, la Sociedad Cultural que lleva su nombre, la cual agrupa a más de 16 mil personas, así como el Movimiento Juvenil, la Fragua, la Casa Natal (museo) y el Memorial, sede de la cita.
Ante el comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura, la viceprimera ministra Inés María Chapman y otras autoridades de la nación caribeña, tuvo lugar la entrega a la institución del Sello Aniversario 80 de la Central de Trabajadores de Cuba y la Moneda conmemorativa por los 60 años de la Unión de Jóvenes Comunistas.
El espacio constituyó una oportunidad para evocar el ideario de Martí y reconocer su vigencia, lo cual ratifica que «su desaparición física era sólo eso, pues sus ideas y espíritu arden y centellean en el combate cotidiano de cada día. La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”, refirió el jefe de la Oficina.
Por su parte, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, calificó la labor del centro como vital “para enaltecer y curar las extraordinarias reservas de dignidad y patriotismo acumulada por nuestro pueblo a lo largo de tantos años de lucha”, en tanto devino plataforma de reafirmación de los valores y principios de la mayor de las Antillas.
En medio de un esfuerzo épico sin precedentes -apuntó Alonso sobre la etapa de surgimiento de la entidad-, se consagraron a promover la obra del Apóstol desde diferentes esferas, fortaleciendo y perfeccionando otras instituciones y devolviendo a la escena literaria sus textos en nuevas ediciones.
“Si los valores universales del pensamiento de José Martí cuentan hoy con un indudable reconocimiento de importantes ámbitos académicos y políticos del mundo, se debe en buena medida al activismo incesante de la oficina, que ha trabajado con inteligencia y tesón”, destacó el titular de Cultura.
En efecto, uno de sus logros radica en la aprobación por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, del Premio Internacional José Martí y la creación del Programa de Solidaridad Mundial José Martí, junto a la red de cátedras y clubes diseminados por el mundo.
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