La tercera condena de un tribunal a los populares después de las sentencias por la primera época de la trama Gürtel por el uso de la ‘caja b’ para las obras de la sede del partido en la calle Génova de Madrid, es contra 23 personas.
Establece la pena de prisión más alta para el exalcalde Alberto González, con 36 años y 11 meses de cárcel.
El caso fue apodado como Gürtel al hacer una traducción literal al alemán del apellido del empresario Francisco Correa, cabeza del entuerto.
Al respecto, el recién elegido presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, expresó respeto por la nueva sentencia que obliga a su organización al pago de más de 204 mil euros. “Cuando las cosas se hacen mal, hay que asumir que se hacen mal», acotó.
Núñez Feijóo admitió que se trata de un asunto que viene dando vueltas dese hace 20 años y aseguró que el PP debe «asumir el pasado» porque de los errores se aprende».
Sin embargo, el asunto se suma este viernes a otro proceso en marcha que involucra indirectamente al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, figura de los populares, quien se apresuró a desmarcarse de una trama en la que dos empresarios conocidos se apoderaron supuestamente de seis millones de euros.
El juez a cargo del caso ordenó embargar a petición de la Fiscalía bienes de lujo de los empresarios Luis Medina Abascal y Alberto Javier Luceño, tras admitir a trámite la querella contra ambos.
El proceso apunta a presuntos delitos en relación con comisiones en la compraventa de material sanitario como mascarillas al comienzo de la pandemia. Con el dinero de las comisiones los investigados adquirieron varios coches de alta gama.
En la lista de bienes adquiridos sospechosamente aparecen un Ferrari 812 Superfast por 355 mil euros, un Lamborghini Huracán Evo Spider por 299 mil 999 y un McLaren 720S por 250 mil euros.
Según la Fiscalía, también compraron una vivienda en Pozuelo de Alarcón (Madrid) por 1,1 millones de euros y un yate por 325 mil 515 euros.
El papel de Martínez-Almeida se concentra en el supuesto de que a través de su primo puso en contacto al Ayuntamiento con los empresarios para la adquisición de material sanitario que a la larga resultó defectuoso o de muy mala calidad.
En paralelo hay otro caso todavía sin esclarecer del todo. El hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, igualmente se involucró con una firma china para obtener mascarillas sanitarias, por las que se llevó una jugosa comisión.
El tema desató una crisis interna dentro de los Populares y al final de costó la cabeza a su líder hasta hace poco, Pablo Casado, quien no pudo demostrar que el hermano de Díaz Ayuso se hubiese aprovechado de la gobernación madrileña para sus transacciones.
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