Con banderas, consignas y carteles, suman decenas las personas que acudieron al Centro de Rehabilitación Social en la provincia Cotopaxi, para recibir al exvicemandatario, a su salida del penal, donde está recluido desde 2017 tras ser juzgados y sentenciados por los casos Odebrecht y Sobornos, a juicio de muchos montados por el gobierno del expresidente Lenín Moreno.
La víspera, un juez de la Unidad Judicial Multicompetente del cantón Santa Elena emitió la boleta de excarcelación de Glas, tras evaluar un pedido de Habeas Corpus de su equipo de la defensa.
El Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) aseguró que en estricto respeto a la independencia de funciones, acataría la medida aprobada por decisión exclusiva del poder judicial.
Sin embargo, poco después anunció: «por orden de la presidencia de la república y del Ministerio de Gobierno, el SNAI apelará la decisión del juez».
El dictamen fue considerado por muchos como un fallo histórico y justicia para un caso que cobró carácter internacional ante las repetidas denuncias de irregularidades cometidas en los procesos de los casos Odebrecht y Sobornos, por los cuales fue sentenciado a seis y ocho años de prisión respectivamente.
Por su parte, abogados de Glas señalaron que la excarcelación debería ocurrir en las primeras horas de esta jornada, lo cual motivó la movilización de respaldo desde la madrugada, pero pasada la media mañana aún no finalizó el proceso.
«Jorge nunca estuvo ni estará solo. Ese es el destino de los hombres de bien: tienen enemigos poderosos, pero muchísimos más amigos», aseguró el exdignatario Rafael Correa en Twitter.
En cuanto al proceso afirmó: «La justicia todavía no brilla. Jorge debía salir hace año y medio de su injusta prisión. Es una pequeña gran victoria ante tanta injusticia. Pronto los verdaderos corruptos, empezando por Moreno, estarán presos».
De su lado, el jurista Eduardo Franco Loor aseguró: «es un acto de justicia que se conceda la libertad a Jorge Glas. Nunca cometió delito alguno. Fue sentenciado sin pruebas y con ley derogada. Es víctima de persecución política desde la época de Moreno, por leal y consecuente con el gobierno de la Revolución Ciudadana y con Rafael Correa».
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