En mensaje divulgado en redes sociales, Arrué precisó que en este campamento realizará un repaso de las técnicas de escalada en hielo, anclajes y nudos, luego de la fase de aclimatación a la altura de la cordillera del Himalaya.
«Me siento muy fuerte», aseguró la montañista, que el pasado año se quedó a apenas 800 metros de coronar la cumbre de ocho mil 848 metros sobre el nivel del mar, empresa que tuvo que abandonar por el mal tiempo.
En reciente diálogo con Prensa Latina, Arrué aseguró que su cuerpo soportó bien la llamada «zona de la muerte», sobre los ocho mil metros, pero las condiciones climáticas hicieron imposible llegar a la cúspide.
Arrué lleva meses preparándose para este nuevo asalto al Everest, para el cual contó con el apoyo financiero y logístico del Instituto Nacional de Deportes de El Salvador (Indes).
«Me siento muy bien, con ánimos, positiva, a pesar de que ya conozco cómo es la montaña y sé a lo que me voy a enfrentar, por eso mismo me siento capaz de hacerlo», enfatizó la alpinista salvadoreña días antes de emprender viaje.
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