Estos hallazgos resultan inesperados pues los científicos creyeron que tras el inicio de su verano austral, en 2005, el planeta experimentaría calor en vez de frío, de acuerdo con las declaraciones del investigador postdoctoral asociado en la Universidad de Leicester en Reino Unido, Michael Roman.
Una vez analizadas las mediciones realizadas durante 17 años, el mismo tiempo durante el cual su hemisferio sur lleva en verano, el equipo de expertos determinó que la temperatura promedio de Neptuno se redujo en ocho grados Celsius (°C) entre 2003 y 2018.
Sin embargo, entre 2018 y 2020, su polo sur experimentó un incremento de 11 grados °C de temperatura, confirmó además.
Los entendidos arribaron a estas conclusiones gracias al uso de cámaras térmicas cuyo diseño permite medir la luz infrarroja emitida por objetos astronómicos, y a la combinación de todas las imágenes conseguidas en los últimos 20 años por telescopios terrestres.
Asimismo, examinaron cerca de un centenar de fotos térmicas infrarrojas, captadas con el Very Large Telescope.
Si bien los científicos fueron capaces de establecer las variaciones climáticas de ese cuerpo celeste, aun no llegan a un consenso en relación a las causas de estas y estiman que serán necesarios más estudios.
Neptuno, el octavo planeta en distancia respecto al Sol, está a unos cuatro mil 500 millones de kilómetros de distancia de la Tierra y posee una temperatura muy fría cuyo promedio que alcanza alrededor de -220 ° C.
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