El Gobierno decidió que la expulsión del cuerpo diplomático ruso debería tomarse en el contexto de una política de seguridad, no como una medida punitiva, explicó Cassis.
El jefe de Estado informó en una entrevista con la televisión pública suiza RTS, que en su país se polemiza sobre su posición política e histórica neutralidad.
Por tanto, advirtió que “cambiar las reglas del juego causaría mucha confusión”.
En los últimos días varios países de Europa expulsaron alrededor de 200 diplomáticos rusos con la excusa de los supuestos crímenes contra civiles en la ciudad ucraniana de Bucha.
Sin embargo, con anterioridad se practicaba esta medida que Moscú rechaza continuamente y la califica de “pretendido aislamiento político”.
Además, el embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vassily Nebenzia, aseguró que “ni un solo civil sufrió ningún tipo de violencia”.
El pasado 24 de febrero, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el inicio de una “operación militar especial” con el fin de desmilitarizar y desnazificar Ucrania.
Tras esa fecha la Unión Europea (UE), sus aliados de Occidente y hasta los supuestos países neutrales de Suiza y Suecia aprobaron un grupo de sanciones dirigidas expresamente a “desestabilizar la economía rusa”.
Por vez primera, las sanciones incluyen la desconexión parcial de Rusia del sistema interbancario SWIFT, la inmovilización de las reservas internacionales de su Banco Central y, en el caso de países como Estados Unidos y Reino Unido, el embargo sobre la importación de petróleo ruso.
En referencia a las sanciones, el pasado 21 de marzo Suiza decidió alinearse a la política de la UE y hacer suya la lista de sancionados que contiene “cientos de nombres” de empresarios del país euroasiático.
“Las sanciones aún son compatibles con la imparcialidad, incompatible sería la participación militar”, declaró el mandatario en una rueda de prensa junto al primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, en Varsovia.
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