Luego de asumir anoche el primer gobierno autonómico de coalición en Castilla y León, el “matrimonio” PP-Vox parece mirar más allá y la idea de pactos no parece una excepción. Ambas organizaciones creen haber encontrado un nicho para desbancar a la administración de izquierdas de Pedro Sánchez.
Todo gira hacia la fragilidad relativa del Palacio de la Moncloa en estos momentos, en gran medida por la crisis económica desatada a partir de la guerra en Ucrania, y la impopularidad del cambio de postura del Ejecutivo respecto al Sáhara Occidental para favorecer sus nexos con Marruecos.
De tal forma, el PP no parece demasiado preocupado por la seguidilla de casos de prácticas corruptas al interior de la organización, con focos en las duras condenas adicionales al viejo expediente Gurtel, y los entuertos de las mascarillas sanitarias de la Alcaldía y la Comunidad de Madrid.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el bloque Unidas Podemos, todos en el Gobierno, emplazaron al nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a un pronunciamiento claro de rechazo a Vox en sus posturas extremistas sobre temas sensibles como la igualdad de género, y en especial, acerca de la memoria histórica. Tomaron como ejemplo el evidente contraste de lo ocurrido en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, donde la derecha tradicional pidió el voto para el centrista Emmanuel Macron, en la segunda vuelta, para evitar que la extremista Marine Le Pen llegue al Elíseo.
Significativas las declaraciones de la dirección nacional del PP de respaldo a la coalición del PP con el partido que se considera hermano de la organización de Le Pen en Francia, Vox, en Castilla y León. Una fusión sin precedentes en la historia española y que en todo caso, algunos analistas sitúan a la sombra de la dictadura franquista.
Génova, el cuartel general del PP, defiende la alianza y hasta aplaude una llamada nueva ley “de concordia” que derogará el decreto de memoria histórica vigente, para complacer a adeptos del franquismo.
Peor aún, el número tres del PP, el coordinador general, Elías Bendodo, no ha descartado que si necesitan de Vox para llegar a la Moncloa, pudiera repetirse un pacto.
Nuestro partido aspira a una mayoría suficiente para no depender de nadie, pero no ha cerrado la puerta a terminar haciéndolo, afirmó Bendodo a la prensa.
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