La asonada, perpetrada el 11 de abril de 2002, fue señalada en la inauguración del Foro Internacional: Chávez en tiempo Presente, organizado por la Coordinadora por la Paz, la Soberanía, la Integración y la No Injerencia (CPAZ).
El evento contó con la presencia de miembros de CPAZ, de las misiones diplomáticas de Venezuela y Cuba, representantes de organizaciones sociales y políticas, intelectuales y ecuatorianos solidarios con los pueblos latinoamericanos.
La conmemoración estuvo realmente vinculada con lo sucedido después del golpe orquestado por el gobierno de Estados Unidos, cuando en una reacción contundente la ciudadanía venezolana salió a las calles y en unión con las Fuerzas Armadas devolvió a Chávez a su puesto de mandatario, el 13 de abril de 2002.
Sobre la fecha, el jefe de la misión del país sudamericano, Pedro Sassone, precisó que se montó un centro de pensamiento desde la doctrina de la guerra híbrida o no convencional, con un modelo en el cual combinaron movilización de calle, lo económico, la fractura de la unidad militar y el desprestigio de las instituciones, entre otros elementos.
«Lo que pasó el 11 de abril de 2002 no lo habíamos visualizado», sentenció el diplomático.
Después de esas acciones, el país continuó en su proceso revolucionario y se realizaron todas las elecciones previstas, comentó e hizo un recuento de todos los sufragios hasta la fecha.
«La estrategia ha sido el diálogo, elecciones, movilizaciones, cohesión militar y el fortalecimiento del poder popular y hemos resistido y hemos triunfado frente a este modelo», acotó.
Señaló que no hay país en el mundo, excepto Cuba, que haya resistido un proceso de combinación y estructuras de guerra sostenido.
«Esto necesita comprensión, solidaridad y la denuncia de un país que ha sido sometido a una guerra no convencional», concluyó.
El foro, destinado a reconocer la obra de Hugo Chávez, resaltó la vigencia de su legado en la lucha por defender la soberanía venezolana y de los pueblos latinoamericanos.
En ese contexto, Juan José Romero, presidente del centro de estudios de pensamiento latinoamericano Jorge Núñez, dijo que 20 años después de ese suceso infausto, constituyó una enseñanza para el proceso bolivariano y permitió tomar las medidas necesarias en función de la unidad cívico-militar y en el ejercicio de la democracia del poder del pueblo.
Posteriormente, el analista político Luis Ernesto Guerra se refirió a la guerra cognitiva estimulada por el imperialismo norteamericano en Europa del Este.
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