En su nota mensual sobre el comportamiento de la economía nacional, la fuente mencionó también progresos en las inversiones y el mercado laboral, acompañados por una respuesta sectorial heterogénea de los operadores ante el shock provocado por el conflicto.
En ese sentido, señaló la caída de 12 puntos del índice de confianza familiar debido a percepciones negativas sobre el clima económico y perspectivas futuras, mientras en el sector empresarial las reacciones son diversas, con un alto nivel en la construcción y descensos en las manufacturas y servicios.
Tras apuntar el repunte coyuntural registrado por la producción industrial en febrero, el Istat estimó una contracción trimestral de 0,9 por ciento ante un probable estancamiento en marzo.
Asimismo, consideró positivas las informaciones provenientes del mercado laboral en el segundo mes del año, aunque advirtió que las expectativas de las empresas en ese ámbito comienzan a dar señales menos favorables.
Por otra parte, el informe afirmó que a pesar de la aceleración de la inflación, calculada en siete por ciento anual en marzo, la tasa actual de inversiones y la todavía elevada propensión familiar al ahorro podrían representar fortalezas para el desarrollo económico en los próximos meses.
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