Las declaraciones de Johnson durante un discurso en la localidad de Lydd, en el condado de Kent (sureste), precedieron a la firma del entendimiento por parte de la ministra de Interior Priti Patel y las autoridades ruandesas en Kigali.
El convenio forma parte del objetivo de reformar el sistema de inmigración para “recuperar el control de las fronteras tras el Brexit”, según el ejecutivo nacional, pero su rúbrica recibió críticas desde los partidos de oposición y organizaciones no gubernamentales de ayuda a los refugiados.
Por otra parte Johnson confirmó que la Marina nacional (Royal Navy) asumirá el control de las aguas territoriales en el Canal de la Mancha, entre Francia e Inglaterra, para impedir que botes ilegales lleguen hasta las costas nacionales.
El jefe del ejecutivo británico afirmó que el objetivo del convenio es enviar «un mensaje claro» a las organizaciones que se lucran con la desesperación de los solicitantes de asilo que buscan una «vida mejor».
La inmigración descontrolada supone «una sobrecarga para nuestras escuelas locales, la vivienda y el transporte público», afirmó Johnson quien agregó que su
Gobierno lleva seis meses de trabajo conjunto con Ruanda sobre el sistema de inmigración.
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