La institución financiera reconoció que Afganistán enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, señaló la agencia de noticias afgana Pajhwok.
«Uno de los países más pobres del mundo se volvió mucho más pobre», dijo Tobias Haque, economista principal del Banco Mundial para este pais.
El aislamiento de la economía afgana tras la crisis política iniciada el pasado mes de agosto corre el riesgo de provocar una grave pobreza, desplazamientos, fragilidad y amenazas de extremismo, declaró el prestamista en una sesión informativa.
Según la actualización, alrededor del 37 por ciento de las familias no poseían dinero suficiente para comprar alimentos. En las condiciones actuales, las perspectivas de la economía son nefastas, y el producto interior bruto (PIB) real per cápita del país se reduciría en un 34 por ciento para finales de 2022, si la situación actual persiste, advirtió el Banco Mundial.
Entre tanto, el 75 por ciento de la población no obtiene suficientes alimentos y el 58 por ciento no halla refugio.
La ONU dijo que las personas con hambre aguda en Afganistán aumentaron a 23 millones en marzo y la situación afecta sobre todo a los niños, pues 3,5 millones de pequeños necesitan tratamiento nutricional.
Actualmente, el 97 por ciento de los afganos vive por debajo del umbral de la pobreza y más de la mitad de la gente necesita asistencia.
Desde el ascenso al poder en Kabul del movimiento Talibán, Afganistán requiere ayuda internacional urgente.
El grupo armado fundamentalista radical islámico tomó el control del país en agosto de 2021, mientras Estados Unidos y la OTAN sacaron sus tropas tras 20 años de intervención, con saldo de miles de civiles muertos.
La ocupación militar estadounidense, que costó más de dos billones de dólares al contribuyente norteamericano según cálculos de la Universidad Brown, dejó a 38 millones de afganos en medio de una grave situación.
El escenario es cada vez más difícil con el estancamiento de la ayuda exterior, el colapso de la economía, la paralización de los sistemas bancarios y financieros y la pérdida de millones de empleos.
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