Pedro Rodríguez y Esteban Corrales señalaron en la televisión que aumentan cada día las familias necesitadas que recurren a los casi 300 sitios de distribución en Montevideo y 70 por ciento de ellos enfrentan déficit de insumos como el mayor problema a la hora de funcionar.
“En el último relevamiento de noviembre del año pasado, era de 150 mil porciones por semana, y hoy estamos en 185 mil”, puntualizó Rodríguez.
Remarcó en que la extensión de las llamadas ollas populares no nació con la pandemia de la Covid-19 y su impacto económico, sino que refleja un problema estructural y multidimensional, y que repercute en los más pobres.
Corrales enfatizó en que durante años este movimiento solidario contó con un importante aporte vecinal, que mermó mucho, lo mismo que de parte del Ministerio de Desarrollo social (Mides), que incumplió convenios de colaboración.
Ambos constataron que desde julio pasado la entrega de insumos por esa vía bajó de 20 a 15 toneladas que repartir en 12 redes de ayudas y al final el Estado cubre 30 por ciento y el resto proviene de donaciones, mientras la Intendencia compensa déficits con entregas de productos cada dos semanas.
También se quejaron de la negativa de funcionarios del Mides a recibirlos y transferir la interlocución a la organización privada “Uruguay Adelante”, que recorta suministros, y los que mantienen son de poca calidad nutritiva para confeccionar los guisos.
Durante su comparecencia manifestaron que no tendría que haber olla popular y que los vecinos tengan que organizarse para dar de comer a otros, sino una política que tenga a la alimentación como un derecho integral.
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