Esa propuesta que resulta interesante viniendo de quienes en septiembre derrocaron al presidente Alpha Condé, tiene varias lecturas, una es que la cúpula castrense desea un cambio en la estructura económica del Estado africano, otra apreciación es la necesidad de mantener un lugar privilegiado en la explotación de ese mineral, conforme observadores.
Se estima que Guinea posee las mayores reservas de bauxita y en obtención ocupa el segundo lugar después de Australia. Según el Banco Mundial, el sector minero aporta aproximadamente el 35 por ciento del Producto Interno Bruto del país de África occidental.
De esa sustancia depende la producción de aluminio, considerado estratégico para la industria civil y armamentista internacional, entre otros objetivos para la fabricación de aviones.
«En 2020, exportó al mundo más de 82 millones de toneladas del material. También ocupa el primer lugar en el mundo en cuanto a reservas de bauxita; aporta el 20 por ciento de la producción mundial», cita gbm.com.
El total de procesamiento del producto colocaría a ese Estado en mejores condiciones productivas, como puntualizó el líder castrense, coronel Mamadi Doumbouya.
Según declaró el mandatario en una reunión con las principales empresas del sector, solo así “nuestros recursos naturales serán un motor de desarrollo para nuestra población”, y convocó a que la transformación de la bauxita en alúmina no se limite a refinarla, sino que se asuma la elaboración de todo lo necesario en el procesamiento.
“Australia y Guinea son dos de los cinco más importantes países productores de bauxita del orbe. Alrededor del 85 por ciento de la bauxita producida en el mundo se convierte en aluminio debido a sus diversos usos industriales”, precisa el sitio digital worldenergytrade.com.
“La principal composición de la bauxita en bruto es esencialmente alúmina, sílice, dióxido de titanio y óxidos de hierro”, recuerda, y por lo cual abrir el diapasón podría resultar una extensión favorable para llegar a otras áreas económicas asociadas y beneficiarlas.
El compromiso de desarrollar refinerías en suelo de Guinea está contemplado en los convenios firmados entre el Gobierno y las compañías, que tienen hasta el próximo mes para presentar sus planes detallados de construcción y el incumplimiento podrá ser sancionado en alguna forma.
Ese Estado africano tiene –como muchos otros de la región- necesidad imperiosa de dar pasos en proyectos de desarrollo con los cuales contrarrestar la miseria y el desempleo, y las autoridades de facto parecen decididas a cambiar en la medida de lo posible el cuadro que coloca al país entre los más pobres, según la ONU.
Además, existe interés oficial de crear condiciones de infraestructuras para concretar la idea de que a partir de la explotación de la bauxita se motiven otros sectores de la economía, lo cual deberá ocurrir con la disposición de una inversión de 15 mil millones de dólares, incluida la construcción de una línea ferroviaria de 670 kilómetros.
Esa vía conectará el yacimiento de mineral de hierro de Simandou con la costa atlántica, según lo pactado entre el gobierno y Rio Tinto y Winning Consortium Simandou, con el propósito de proseguir el desarrollo del depósito en la sudoriental zona, con más de dos mil millones de toneladas de mineral de alta ley.
Su explotación –sin embargo- tropezó con disputas legales y el costo de construcción de infraestructuras para procesar y transportar el mineral desde la zona de Beyla a Forécariah y a un puerto de aguas profundas en Moribayah, explica el sitio digital railjournal.com.
El nuevo acuerdo precisa que la línea debe quedar completa en diciembre de 2024 y bordeará la frontera con Sierra Leona, así como tomará un itinerario más largo desde el yacimiento, descubierto hace 20 años, hasta la costa, con una ruta más directa a través de la vecina Liberia.
A propósito de la firma del acuerdo marco con una vigencia de 35 años, se precisó que las empresas usarán la instalación hasta por 30 antes de devolverla a la República de Guinea, cuyo gobierno obtendrá una participación del 15 por ciento en proyectos ferroviarios y portuarios.
“Hemos acordado que la infraestructura que se construirá, la línea ferroviaria en particular, no será solo para el mineral, sino que también tendrá un multipropósito para el mineral, para los mineros, para los productos agrícolas, para los pasajeros y sus mercancías”, dijo Moussa Magassouba, ministro de Minas y Energía.
El titular añadió que desde ahora para la ejecución de todos los contratos de ese proyecto, debe haber un componente nacional y pidió tener en cuenta la formación de personal para ello: “Toda empresa que venga a instalarse en Guinea ahora tiene la obligación de capacitar y transferir conocimiento, y eso no es negociable”, afirmó.
Con tales operaciones en el ámbito de la explotación minera incluyendo inversiones de capital extranjero, el país prevé reducir el nivel de desempleo, actualizar la base tecnológica y crear expectativas de beneficio a tono con los argumentos esgrimidos por los militares para perpetrar el golpe de Estado contra Alpha Condé hace siete meses.
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