La cifra equivale a más del 40 por ciento de todo el material didáctico enviado a ese territorio para su revisión y es una medida que elogió el gobernador del estado, el republicano Ron DeSantis, quien acusó a los editores de intentar adoctrinar a los estudiantes.
En ese camino de intolerancia, DeSantis firmó el 14 de abril una ley que prohíbe el derecho al aborto a partir de la semana 15 de gestación, incluidos casos de violación o incesto.
La legislación, que entrará en vigor el 1 de julio, llega en medio de una fuerte polarización entre republicanos y activistas provida, y los demócratas y organizaciones civiles que defienden el aborto, legalizado en el país en 1973 tras un histórico fallo de la Corte Suprema.
También el gobernador rubricó a finales de marzo la polémica ley popularmente conocida como «Don’t Say Gay» (No digas gay), que no permite hablar en las escuelas de sexualidad e identidad sexual hasta el tercer grado.
La criticada ordenanza, cuyo nombre oficial es «Derechos de los padres en la educación», impide a los maestros abordar el asunto en las clases con niños de hasta siete u ocho años.
Un reciente informe de la organización PEN America reveló que, solo en los últimos ocho meses, 86 distritos escolares en 26 estados de la Unión vetaron más de mil100 libros en salones de clase y bibliotecas.
Según la página de Democracy Now, los libros sobre la comunidad negra y LGBTQ+ fueron muy afectados por tal disposición.
El volumen más prohibido de 2021 fue “Gender Queer: A Memoir” (Género Queer: Una autobiografía), de la historietista estadounidense Maia Kobabe.
Su obra estuvo disponible en algunas bibliotecas escolares, pero posteriormente fue censurado por un distrito escolar de Alaska, debido a “su contenido sexualmente explícito”.
Kobabe respondió a la controversia con un artículo de opinión en el diario The Washington Post en el cual sugería que los acusadores estaban menos molestos por las imágenes y el lenguaje sexualmente explícitos que por los temas LGBTQ que tocaba su obra.
En septiembre del pasado año, el libro fue catalogado como uno de los más prohibidos o cuestionados por la Oficina de Libertad Intelectual de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos.
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