Con el visto bueno de la Dieta (órgano legislativo bicameral), el gobierno nipón establecerá ordenanzas para privar a Rusia de beneficios como los aranceles bajos.
En tal sentido, aumentará los impuestos sobre las importaciones desde el país euroasiático hasta finales de marzo de 2023, destacó la prensa local.
La enmienda conducirá a un aumento anual de los costos arancelarios de entidades rusas, cercano a los tres mil 900 millones de yenes (30 millones 700 mil dólares estadounidenses).
Entre los productos afectados por la nueva sanción económica sobresalen la madera, el salmón que verá una subida del 3,5 al cinco por ciento, y los cangrejos del cuatro al seis por ciento.
El gabinete del primer ministro, Fumio Kishida, también recibió la autorización de los legisladores japoneses para modificar la Ley de Divisas y Comercio Exterior respecto a las criptomonedas, en el supuesto de que podría ser una vía recurrida por Moscú para eludir las sanciones, según la fuente.
A propósito, la reforma del estatuto obligará a los proveedores de servicios de intercambio de criptoactivos a confirmar que las personas o grupos destinatarios de las transacciones no estén vetados por Japón.
Desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, el pasado 24 de febrero, Japón se sumó a las medidas y acciones coercitivas junto a Estados Unidos y el resto de los Estados miembros del Grupo de los Siete (Canadá, Alemania, Italia, Francia y Reino Unido).
El Kremlin sostiene que su ofensiva persigue la defensa de la población de Donbass, junto a la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
Asimismo, indicó que otras condiciones para el fin de las hostilidades son el no ingreso de Kiev a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el establecimiento de garantías de neutralidad militar de ese país y el reconocimiento de la reunificación de Crimea a Rusia, entre otros puntos.
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