En conferencia de prensa conjunta en esta capital con el secretario general de la ONU, António Guterrez, el alto funcionario señaló que llegó “el momento de la verdad” para el debate sobre la fragilidad de la situación actual para las relaciones internacionales, el cual, dijo, no se puede aplazar más.
“O todos aceptamos que alguien con un grupo de sus satélites decide cómo va a vivir la humanidad, o ella vivirá en base a la Carta de la ONU. Aquí, de hecho, se debe hacer una elección muy sencilla”, señaló el ministro de Asuntos Exteriores.
Indicó que las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU “deben ser sacrosantas” para la Secretaría de la organización, especialmente las que se adoptan por consenso.
El jefe de la diplomacia rusa criticó el documento aprobado por la Asamblea General, el pasado 2 de marzo, en el que se condenaba la operación militar de Moscú en Ucrania.
Advirtió que varias decenas de países se negaron a respaldar esta resolución y se quejaron de que fueron “literalmente obligados” a apoyarla.
Denunció que los embajadores de esas naciones fueron alcanzados por los representantes estadounidenses en los pasillos de la ONU y los amenazaron. “No estoy exagerando. Esto sucedió, y lo sabemos”, apuntó.
Lavrov calificó a la Carta de Naciones Unidas como el “mayor documento de todos los tiempos” y manifestó su esperanza de que la ONU, en base a esas raíces, desempeñe un papel catalizador en el desarrollo de un “diálogo honesto, sin ultimatos, sin amenazas y sin intentos de resolver los problemas por la fuerza, incluida la fuerza financiera y económica”.
Aseveró que la situación en torno a Ucrania es resultado de la “expansión sin límites” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de cómo el país vecino fue utilizado como un trampolín para contener a Rusia.
“Esta situación no comenzó hoy ni ayer. Es necesario analizarlo en el contexto de todas las circunstancias que, entre otras cosas, a veces van en contra de la Carta de la ONU”, comentó. En tal sentido, afirmó que los países violadores de los principios de ese organismo mundial deben rendir cuentas por sus actos.
Guterres, por su parte, recalcó que viajó a Rusia en calidad de mensajero de la paz. “Mi objetivo y mi agenda es estrictamente salvar vidas y reducir el sufrimiento”, enfatizó.
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