Científicos de la Universidad de Georgetown, Estados Unidos, explicaron que mientras el clima de la Tierra continúa calentándose, los animales salvajes se verán obligados a trasladar sus hábitats, probablemente a regiones con grandes poblaciones humanas y con ello compartirán miles de virus con otros mamíferos y con los humanos.
Los expertos afirman que esos cambios brindan mayores oportunidades para que enfermedades como el ébola o los coronavirus surjan en nuevas áreas, haciéndolos más difíciles de rastrear, y alcancen animales que nunca los han padecido, facilitando su transmisión en una especie de «trampolín» hacia el hombre.
“Resulta preocupante que los hábitats de los animales se muevan de manera desproporcionada en los mismos lugares que los asentamientos humanos, creando nuevos puntos críticos de riesgo indirecto”, alerta el estudio.
Refiere también que es posible que gran parte de este proceso ya esté en marcha en el mundo actual, con 1,2 grados más cálido, y los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no impidan el desarrollo de estos eventos.
Otro elemento relevante será el impacto del aumento de las temperaturas en los murciélagos, que representan la mayoría de los nuevos virus compartidos.
“Su capacidad para volar les permitirá viajar largas distancias y transmitirlos debido a su papel central en la emergencia viral, los mayores impactos se proyectan en el sureste de Asia, un punto crítico mundial de diversidad de esa especie”, recalcaron.
Ya para fines de 2020 varias organizaciones pertenecientes a Naciones Unidas advertían que unos 850 mil virus podrían tener la capacidad de infectar a los seres humanos y convertirse en pandemia.
Desde entonces, la ONU advertía que la explotación insostenible del medio ambiente debido al cambio de uso de la tierra, la expansión e intensificación de la agricultura, el comercio y el consumo de vida silvestre y otros factores, interrumpe las interacciones naturales entre la vida silvestre y sus microbios, aumenta el contacto entre la vida silvestre, el ganado, las personas y sus patógenos, incrementando el riesgo de la aparición de nuevos virus en humanos.
Por otro lado, un estudio de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas, señalaba que la pandemia de Covid-19, declarada en marzo de 2020 era al menos la sexta desde la Gran Pandemia de Influenza de 1918.
Aunque tiene sus orígenes en microbios transportados por animales como todas las anteriores, su aparición ha sido impulsada enteramente por actividades humanas, indicaba la indagación.
Los expertos advierten que otros 1,7 millones de virus actualmente «no descubiertos» viven en mamíferos y aves, de los cuales la gran mayoría puede pasar a humanos.
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