Mientras el Ministerio de Trabajo convocaba a simpatizantes del ejecutivo en un hotel capitalino, el denominado Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular realizó cuatro marchas que convergieron en la céntrica plaza Barrios.
Las marchas opositoras salieron del parque Cuscatlán, la Universidad de El Salvador (UES), el Ministerio de Hacienda y el Instituto Nacional de los Deportes, pese a las advertencias de la administración Bukele.
La narrativa oficialista estableció que toda protesta contra el Gobierno, en medio del régimen de excepción vigente desde el pasado 27 de marzo, sería una expresión tácita de apoyo a las pandillas que desangran al país.
Los organizadores de la marcha, que llegó hasta la referida plaza, frente a la catedral Metropolitana, rechazaron tales interpretaciones y reivindicaron el derecho a manifestarse en una fecha tan significativa para los trabajadores.
A su vez, afiliados de la Asociación Salvadoreña de Trabajadores Municipales y los sindicatos de empleados de Salud y el Seguro Social, entre otros, acudieron a una convocatoria del ministro de Trabajo, Rolando Castro.
En la cita gubernamental, Castro confirmó que la anunciada reforma al sistema de pensiones será realizada de conjunto con la clase trabajadora, así como la eventual actualización del Código del Trabajo.
Agregó que serán ratificados cinco convenios con la Organización Internacional del Trabajo, para apuntalar los derechos de la clase obrera salvadoreña.
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